Historia

Corría el año 1978. Argentina se coronaba como el nuevo campeón mundial de fútbol, se acababa de inaugurar el Complejo Ferrovial Zarate-Brazo Largo que unía Entre Ríos con Buenos Aires y ya se circulaba por el puente internacional “José de San Martín” que vinculaba al país con la República Oriental del Uruguay.

En Gualeguaychú, un joven empresario llamado Ike Daroca, comenzaba a concretar una idea: Una comisión de Carnaval conformada por representantes de los clubes. Esto permitiría que el manejo del evento dejara de ser un emprendimiento privado y pasara a ser comandado por estas asociaciones sociales sin fines de lucro. Según su visión, este paso sería determinante para potenciar el espectáculo y hacerlo perdurar en el tiempo.

Para ello, Ike tuvo que hacer que su proyecto fuera escuchado y aceptado por los clubes más representativos porque no alcanzaba solo con los clubes que, por ese entonces, presentaban agrupaciones carnavalescas, había que incorporar a los que no. El Club Central Entrerriano era uno de ellos.

Del deporte al Carnaval

Fundado en 1913, Central era el club con mayor cantidad de logros deportivos de la ciudad, repartidos entre sus dos actividades principales fútbol, básquet y las demás: Pelota a paleta, ajedrez, boxeo, patín y bochas. Además, el club contaba con una biblioteca popular y se encargaba realizar diferentes actividades de carácter social, entre las que se destacaban los bailes de Carnaval.

Persiguiendo el fin de crear una comisión de Carnaval, Daroca se reúne con el entonces presidente de la institución, el Dr. Eduardo Baretich, para exponerle su idea y solicitar el apoyo del destacado club.

Fue así que Central Entrerriano y otros clubes aceptan realizar la convocatoria que permitiría la formación de la Comisión de Carnaval. Solo restaba obtener la autorización del municipio, para que esta nueva comisión fuera responsable de organizar la edición de 1979. El intendente Etchebarne acompañó la propuesta y a partir de allí, lo que hoy es la mayor fiesta de Gualeguaychú pasó a ser responsabilidad de los clubes y por ende de la comunidad.

La decisión de Central de pertenecer a la comisión del Carnaval comprometía al club a participar de la edición de los corsos 1979. Como el Club no tenía tradición carnavalesca, no había mucha noción de qué hacer, por eso, luego de deliberar, la comisión directiva llegó a la decisión de presentar una carroza y una reina.

Una carroza y una reina

Si era cuestión de fútbol, básquet u otra actividad deportiva no había dudas; ahora: ¿Quién iba a hacer la carroza? ¿De dónde sacar una reina que nos represente?

Lo primero que se resolvió fue buscar modelos de carrozas en revistas y hasta dar con una que agradara a todos. La elegida fue una carroza del mundialmente famoso desfile de La Fiesta de la Rosa de Pasadena, California, Estados Unidos.

Lo segundo fue cuestión de azar. En una de sus caminatas de vuelta a casa, el Dr. Baretich observó a una empleada de un negocio vecino a la clínica donde trabajaba y le pareció que era la persona indicada. Hechas las consultas pertinentes, María Elena Schaaf aceptó ser la reina de Central.

Gente del club, con más ganas que experiencia y conocimiento, comenzó a construir la carroza, pero no había nadie que dirigiera semejante desafío. ¿Por qué entonces no hablar con una vecina del club cuyos diseños de carrozas estudiantiles para los cursos del secundario de sus hijos se destacaban por su buen gusto y delicadeza y siempre obtenían premios?

Fueron hasta su casa, distante a una cuadra del club, y le preguntaron si podía acercarse hasta la sede porque querían hacerle una consulta.

La vecina sin saber de qué se trataba fue hasta el club, entró a la sala de reuniones de la comisión directiva (estaba repleta de gente) y escuchó atentamente lo que tenían para decirle: Pedirle que asuma la dirección de la construcción de lo que sería la carroza de la primera participación de Central en los carnavales de Gualeguaychú. Y fue entonces que ella, la vecina, Nelita Bermúdez de Irigoyen aceptó el desafío.

Tomó la revista donde estaba la carroza, vio que lo que habían hecho no se correspondía con el modelo original ni era de su agrado, así que, optó por desarmar lo hecho y empezar de nuevo. Decidió que se trabajara en el garaje de su casa con el aporte económico del club y el recurso humano de los miembros del mismo. La carroza contenía dos enormes conos que se unían en el centro, donde se asentaba el pedestal de la reina, enmarcado por varios arcos forrados en papel plateado. Grandes tramos de celofán, agitados por el viento, imitaban cascadas. Todo en un tono blanco y rosa le otorgaba la luz combinada de los tubos fluorescentes.

La carroza estuvo lista a tiempo y obtuvo el primer premio.

Central debutaba ganando en el carnaval y ese triunfo sería el primero de una larga lista que lo convertiría en el máximo triunfador de la historia.

El pez por la boca muere….

Para celebrar el triunfo, los dirigentes con sus familiares y los allegados al club que habían colaborado en la construcción de la carroza, se reunieron en el campo de Betucho Irigoyen, marido de Nelita. Fue allí donde se consolidó la camaradería del grupo que, posteriormente, iba a trabajar, con esfuerzo y dedicación en las futuras presentaciones de Central en el Carnaval.

Ese mismo verano de 1979 un grupo de matrimonios del club viajaron hasta Concepción del Uruguay a ver una comparsa de Corrientes, que hacía su presentación en la vecina ciudad. Durante el desfile, Nelita con todo el apasionamiento que la caracteriza, le dijo al Dr. Baretich (presidente del Club) “Cuando quieran les hago una mejor”

Decididos a realizar una comparsa y con esa promesa en mente, un mes antes del Carnaval de 1980, el Dr. Baretich se apersonó en casa de Nelita para recordarle su ofrecimiento y pedirle que lo lleve a cabo. Éste, no teniendo experiencia en la materia, no sabía que se necesitaba bastante más que un mes de trabajo para su realización. Nelita se lo explicó y pidió que le diera por lo menos un año para trabajar. “Cuando el último máscaro saque su patita del corso, ahí yo arranco” fueron sus palabras.

Una vez terminado el Carnaval de 1980, el Dr. Baretich fue a la zapatería Jimena, que se hallaba en la esquina de 25 de mayo e Italia, propiedad de Nelita, se sentó y le dijo: “Bueno, acá estoy, recién termina de sacar la pata del corso el último máscaro, así que ahora vamos a hablar de la comparsa”.

Por segunda vez Nelita aceptaba dirigir para Central.

El club tendría una comparsa por el recuerdo de una promesa hecha un año antes y por la voluntad de dos personas que querían hacer algo nuevo y distinto; algo que cambiaría para siempre la historia del Carnaval.

Un día de febrero de 1980 nacía Marí-Marí.

Un Sol en el Carnaval

El nombre “Marí Marí” era el saludo mapuche para el buen día. Nelita lo eligió de entre varios nombres que tenía en mente pero que, luego de un tiempo de repetirlos, le aburrían, se le hacían monótonos. Lo hizo durante un viaje a Buenos Aires. Después de repetirlo muchísimas veces comenzó a gustarle. Llegó a Buenos Aires, siguió repitiéndolo, no se cansó y se enamoró de él.

Ahora había que poner manos a la obra. Había que diseñar. Semejante responsabilidad necesitaba de concentración y dedicación así que Nelita mandó a su esposo e hijos al campo para estar sola.

Cuando volvieron, para su sorpresa encontraron que todo el largo de la casa, desde el zaguán hasta el garaje estaba alfombrado con diseños, de lo que a la postre sería “el amanecer” de una pasión.

Sol, gallos, flores, indios, pájaros estaban allí presentes. Abría el desfile un gran pasacalle con el nombre de la comparsa, lo secundaban los estandartes (el del club y el de Marí Marí), después era el turno del Embajador y la porta bandera que representaban al sol, continuaba con una escuadra que representaba el amanecer y así se sucedían los diseños.

El club no disponía de instalaciones preparadas para trabajar así que la casa de Nelita se transformó en el primer taller. El equipo de trabajo se formó con gente del club y con gente que no lo era, pero que se acercó para colaborar y se entusiasmó con la propuesta.

Todo se hizo con el esfuerzo personal, pero con un alto grado de profesionalismo. Nadie cobró un centavo por trabajar. Se lo hacía de día, de tarde, de noche y de madrugada. Nelita, por momentos, llegó a dormir solamente dos horas por día.

Entre las cosas que ella no quería para Marí-Marí estaba la percusión basada en redoblantes estilo militar tipo marcha, que tenían las comparsas de Gualeguaychú. Anhelaba un ritmo más pegadizo y alegre, le gustaba el ritmo de samba de Brasil. Para aprenderlo hubo que viajar a Paso de Los Libres a escuchar a las comparsas del lugar y a Porto Alegre para comprar los instrumentos.

Marí-Marí nació inspirada en las Escolas de Samba de Río de Janeiro; esto se podía observar en su pareja de Embajadores que en Río son la Porta Bandeira y el Mestre Sala, encargados de llevar el estandarte de la comparsa y de cortejarla; se veía en su ala de bahianas; en su canción; en el ritmo de su batucada y en el sambar de sus pasistas.

Cuando Marí-Marí debutó en el carnaval causó una enorme sorpresa; por su ritmo de Samba brasileño; la belleza de sus mujeres; la calidad y buen gusto de sus trajes; sus bordados de lentejuelas; sus plumas y piedras; sus carrozas y, por si hacía falta algo más, su canción, que llegó a ser cantada y bailada por toda la ciudad.

Por todo esto, y mucho más, aquel año 1981 Marí Marí causó una profunda revolución en el carnaval de Gualeguaychú. Cada uno de estos nuevos conceptos que introdujo, fueron adoptados por las demás comparsas en los años posteriores, moldeando los lineamientos fundamentales de lo que sería el nuevo carnaval. Marí-Marí ganó en su debut y cambió para siempre la historia del Carnaval.

El Sol de su estandarte venía a saludar un nuevo amanecer. El amanecer de un nuevo Carnaval que, con su impronta, ganaría en importancia, lujo y belleza para transformarse con los años en el más importante del país.

Al año siguiente Marí-Marí presentó “La leyenda de la Victoria Regia”, tema basado en la leyenda bahiana de dicha flor. La comparsa volvió a causar una fantástica impresión, el crecimiento en relación a su primer año era notorio, reafirmando y mejorando todo lo que había mostrado en su debut y coronándose nuevamente como campeona del Carnaval.

Este año aconteció que, aunque se compuso una hermosa canción especial para la nueva temática, oh sorpresa, la gente vitoreaba y cantaba el “Canta canta” del año anterior que había enamorado a toda la ciudad, entonces no hubo otra posibilidad que hacerle el gusto al público y el “Canta Canta” volvió a tocarse. Hoy en día, la gente sigue requiriéndolo por lo que se transformó en un himno para la Comparsa.

Para ese año el club había dispuesto de una casa que le pertenecía en la esquina de Alberdi y Gervasio Méndez para hacer las veces de taller. Este lugar más adelante se haría famoso bajo el apodo de “la Casita” con miles y miles de anécdotas inolvidables y el paso de un sinfín de colaboradores que dejaron horas de sueño y descanso con tal de dar una mano a su querida comparsa.

El heredero

La dirección de una comparsa es una tarea muy desgastante para hacerla como algo extra a las responsabilidades cotidianas (Nelita lo realizó absolutamente ad honorem), por lo cual, decidió dar un paso al costado para el año siguiente.

El club entonces designó director de la comparsa a José Strack quien tenía una larga trayectoria en la dirección de carrozas estudiantiles. El tema de Marí-Marí 1983 fue “Una noche en Las Vegas” y obtuvo el tercer puesto.

Para 1984 Central había encargado los diseños de la comparsa a una directora de comparsas de la vecina ciudad de Gualeguay, la Sra. Zulema Morán y se empezó a trabajar con gente del club. Como la Sra. Morán no podía estar en forma permanente en Gualeguaychú para supervisar los trabajos, esto trajo inconvenientes y el Club decidió buscar alguien de la ciudad que pudiera llevar adelante dicha responsabilidad.

Fueron entonces a hablar con Nelita para que se hiciera cargo nuevamente de la comparsa. Nelita estaba con múltiples ocupaciones por lo que les recomendó que fueran a buscar al chico que había dirigido Kamarr en 1983, había visto en él un talento especial. Ese chico era, nada más y nada menos que: José Luis Gestro, un joven de 17 años de edad, que el año anterior había obtenido el segundo premio, dirigiendo a la comparsa Kamarr del Centro Sirio Libanés. El encargado de buscarlo fue otro de los dirigentes “Pibe” Aleu.

Con poco tiempo para trabajar, basándose en los diseños de Zulema Morán, Gestro dirigió la realización de los mismos y con el tema “Hechizo”, Marí-Marí obtuvo su tercer título en el Carnaval.

Con la llegada de José Luis Gestro a Central, Marí-Marí consolidaría un camino lleno de triunfos que la convertirían en la comparsa más ganadora del gran espectáculo a cielo abierto.

El trono dejado por Nelita ya tenía su heredero.

Gestración de Magia

Durante el año 1984 el club tuvo que afrontar compromisos económicos con lo cual no hubo presupuesto para el Carnaval 1985 y la comparsa no se presentó. Con la intención de recaudar fondos para el año siguiente, se armó una comparsa que se llamó “Fantástica” con la cual Marí-Marí salió de gira por el país. “Fantástica” fue dirigida por José Strack, ya que, en esos momentos, José Luis Gestro estaba cumpliendo con el servicio militar obligatorio.

Superados los problemas económicos y ya con José Luis habiendo terminado el servicio militar, se comenzó a trabajar para que Marí-Marí volviera con todo al Carnaval.

En 1986 el tema elegido fue “Flash”, basado en la historieta de ciencia ficción y Marí-Marí obtuvo el primer premio sumando así la cuarta estrella.

Siempre en la búsqueda de la innovación, José Luis diseñó para el Carnaval 1987 una comparsa basada en la ópera Aída de Verdi. La misma desarrollaba todos los actos de la ópera y era precedida por una comisión de frente que con trompetas interpretaba la Marcha Triunfal. Fue la primera ópera llevada al Carnaval y obtuvo el tercer premio.

El revés sufrido no hizo más que potenciar la creatividad de Gestro que llevó a Marí-Marí a obtener el Tetracampeonato 1988-1991 con “La Scola Veneciana“ en 1988, tema inspirado en el carnaval de Venecia, “La Atlántida” en 1989, basada en los escritos de Platón que hablaban de un continente fantástico hundido en el mar por un cataclismo, “Nabuco” en 1990, basado en el Rey de Babilonia, creador de los jardines colgantes, una de las ocho maravillas del mundo y “Universus” en 1991, cuya temática estaba inspirada en una historia ideada por Gestro, en el que la heroína, “Nelita”, era capturada por un rey que quería dominar el Universo, para ser, finalmente, rescatada por Súper Mariman, un superhéroe interpretado por él en persona. Esta comparsa fue el homenaje de José Luis Gestro para Nelly María Bermúdez de Irigoyen (Nelita), la creadora de Marí-Marí, al cumplirse 10 años del nacimiento de la comparsa.

En el año 1992 Marí Marí presentó “Emperatriz” una historia fantástica de José Luis, pero, lamentablemente, el Carnaval fue suspendido al poco tiempo de haber comenzado por una epidemia de cólera que afectó al territorio nacional. Se decidió entonces abrir los sobres con las pocas noches puntuables y Marí-Marí quedó en segundo lugar por solo un punto.

La interrupción trajo aparejada consigo una magra recaudación con lo cual en el seno de la Comisión de Corsos se decidió retocar los trajes de ese año para usarlos el año siguiente y no incurrir en demasiados gastos.

De esa manera Marí-Marí no pudo desplegar todo su potencial y obtuvo el segundo puesto del Carnaval 1993 con su tema “Un año en el Paraíso”, siendo esta edición la última en la que desfilarían las 5 comparsas.

Nuevamente con presupuesto para trabajar, Marí-Marí, obtuvo el Tricampeonato 1994-1996 con “Combustible para la Ilusión” (1994), historia fantástica sobre el descubrimiento de petróleo en Gualeguaychú, “Afrú Sambó” (1995), la historia de un esclavo africano que con su anillo mágico embruja a la corte española y la del Virreynato del Río de La Plata, y “Gondwana” (1996), tierra de Marí-Marí”.

En 1997 se inauguraría el Corsódromo de Gualeguaychú en los terrenos que pertenecieran a la vieja estación de trenes. Marí-Marí tuvo el honor de ser la primera comparsa en desfilar en él, por haber ganado la edición anterior del Carnaval. Con su tema “Mburucuyá, la reencarnación de la Tierra”, el club Central Entrerriano inauguró el nuevo escenario, fundamental para que el espectáculo pudiera seguir creciendo. Obtuvo el tercer premio.

1998 fue el año que marcó el primer triunfo de Marí-Marí en el nuevo circuito. “Marí-Marí Superstar”, un tema basado en la eterna lucha entre el bien y el mal pero desarrollado en el universo de los superhéroes de los comics, sumaría la estrella número 12.

Con “Ciber Marí-Marí”, la comparsa por primera vez presentó un tema basado en la relación entre hombre y máquina, naturaleza y tecnología e inspirado en la escuela alemana de diseño Bauhaus obteniendo el segundo premio del Carnaval 1999.

El fallecimiento de José Luis Gestro en agosto de 1999 fue un duro golpe para la gente de Marí-Marí. Hubo que tomar los diseños que venía desarrollando para la edición 2000, finalizar algunos inconclusos y llevarlos a cabo. Se creó entonces un equipo de trabajo integrado por Verónica Gestro, hermana de José Luis, Fabián Dumucet (quien terminó gran parte de los diseños), Martín Ayala en carrozas y Gustavo Pascual en puesta en escena. De esta manera y con un fuerte homenaje al “Genio Creador” se puso en la pasarela “Sueño en una noche de Verano”, tema basado en la obra de Shakespeare que obtuvo el segundo premio del Carnaval 2000.

Nuevos inicios

Al finalizar la edición del carnaval del año 2000 la comparsa se veía por primera vez sin su capitán y la incertidumbre reinaba. Fue en Fabián Dumucet en quien recayó la responsabilidad de dirigir en ese delicado momento una temática desarrollada en conjunto con Martín Ayala. Luego, por recomendación del Club se sumó a co-dirigir con Fabián un joven que ya había demostrado grandes cualidades artísticas, un muchacho llamado Adrián Butteri, que venía trabajando en el área de tocados y estaría llamado a escribir otra página fundamental en la historia de la comparsa.

Así, en el año 2001, Marí Marí, rindió homenaje al arqueólogo Gualeguaychuense Manuel Almeida al presentar “En busca de la ciudad perdida”, tema basado en una hipótesis de trabajo del mencionado profesional que suponía la existencia de una ciudad Fenicia perdida en la zona de Gualeguaychú, obteniendo el segundo puesto, perdiendo el campeonato por solo un punto y en agosto de este año, Marí-Marí fue convocada para formar parte de la película “Imagining Argentina”

Para la edición del año 2002 la comisión de carnaval decidió que debido a la crisis económica que atravesaba el País, una vez más, el carnaval perdería una de sus comparsas y así, serían tres las comparsas y no cuatro las que desfilarían, de esa forma comenzó una nueva etapa en el carnaval en la cual solo continuaba participando al año siguiente la comparsa ganadora de cada edición.

Fue en esta circunstancia que, para el carnaval del año 2002, Adrián Butteri tuvo la oportunidad de dirigir, por primera vez, la comparsa en solitario con una temática y diseños propios, presentando en el Carnaval 2002 “Bío Marí-Marí”, tema basado en la ecología y el cuidado del medio ambiente.

La comparsa logró el título de campeona del carnaval, pero la cosa no quedo solo ahí, el año de debut de Adrián, Marí Marí ganó también en música, batucada y mejor pasista, llevándose de esta forma todos los títulos otorgados por el jurado del desfile.

Al mal tiempo buena cara

Una vez terminado el carnaval 2001 de mal resultado económico y, debido a la crisis ya antes mencionada, el club tuvo serias dificultades para afrontar, durante el año 2002, la importante inversión que requería presentar una nueva temática para la edición 2003. Así fue que, en comisión del carnaval y de común acuerdo con los representantes de las demás comparsas se decidió, que para el carnaval 2003, en forma excepcional, se permitiría reutilizar todos los elementos que componen las estructuras de las comparsas y repetir las temáticas del año anterior.

El Club decidió entonces, presentar la base de la comparsa del 2002 con mejoras y arreglos en trajes y carrozas. “Bio Mari Marí II” desfiló brillando nuevamente llevándose el título de campeona y sumando la 14º estrella para la comparsa.

La reina coronando el TRI

Otro de los puntos que formaba parte de las modificaciones reglamentarias que la comisión de carnaval llevo a cabo durante la crisis, fue el que imposibilitaba seguir compitiendo a aquella comparsa que ganara tres ediciones seguidas, ya que eso, suponían, implicaba condiciones económicas desiguales en el reparto de premios, por lo que si alguna ganaba tres ediciones consecutivas debería descansar al año siguiente.

Esta cláusula que marcaba la imposibilidad de competir luego de tener tres campeonatos consecutivos estaba próxima a afectar a la comparsa por los premios logrados en 2002 y 2003 (si ganaba en el carnaval 2004 no podría desfilar en 2005), fue entonces este el momento en el cual se forjó la frase que se guardaría para siempre en la memoria de la comparsa:

♫ “Y no hay carnaval sin Marí Marí no hay carnaval” ♫

Así en la edición 2004 llegó cantando ASHÉ, esta reina africana que con su fetiche carnavalero cautivó al público y a cada uno de los jurados, otorgando con su cetro una nueva estrella a la comparsa, pero imposibilitándola de presentarse al año siguiente, siendo esta, la primera vez en 20 años que el carnaval no iba a tener a la supercampeona desfilando. Esta sería la última vez que esta cláusula tendría validez en el reglamento del carnaval, ya que posteriormente se quitó y, por lo tanto, afecto solamente a Mari Mari.

Historia, mitos y leyendas

Luego del descanso Marí Marí con Adrián Butteri como director estaba lista para volver al ruedo y establecer otro salto de calidad, con nuevas propuestas y un estilo que pasarían a distinguirla, pero sin dejar de centrarse en sus raíces, con temáticas cargadas de críticas, satirizaciones y mensajes para reflexionar.

La vuelta fue tan contundente que se logró un nuevo tricampeonato 2006-2008 con “Pecado eterno Perdón divino” en 2006, relatando las luchas divinas entre el bien y el mal desde el inicio hasta nuestros días; “Amerindia” en 2007, como tributo tribal a los habitantes originarios de América; y “Alejandro” en 2008, basada en la vida del gran Rey de Macedonia Alejandro Magno, en esta oportunidad, embriagado por la locura del carnaval.

Luego de este tricampeonato, en 2009 Marí Marí desfila presentando Yvy Mare´Y (la tierra sin mal) una temática de simbolismos fuertes que representaba la esencia del guaraní, su cultura, la posterior invasión y saqueo por parte de los europeos. Este año la comparsa queda en tercer lugar y por primera vez desde la nueva modalidad de competencia de 3 comparsas le toca no desfilar al año siguiente.

Un hito indeleble

Llegaba el turno de prepararse para una nueva edición del carnaval, la ansiedad en torno al regreso de la comparsa en el 2011 iba en aumento, a las ganas lógicas por el año de espera se sumaba que la comparsa cumplía su aniversario número 30 y se vaticinaban grandes festejos.

Así llegó ¨Fobo”, una temática de alto impacto con un amplio despliegue de puesta en escena que transcurría teatralmente durante todo el desplazamiento en la pasarela.

El personaje principal, homónimo a la temática, y su ejército de “cucos” atrapaban a un niño inocente y junto con él a todos los espectadores, en una pesadilla en la que nos enfrentaba a todos nuestros miedos.

Otro hecho destacado de Fobo, fue que este año se llevó a cabo por primera vez la fusión de la banda y la batería, para juntos interpretar las canciones, algo muy anhelado desde siempre por la comparsa y que no se había podido lograr hasta ese momento. La fusión resulto un éxito y las canciones de este año se cantaron y bailaron a rabiar. El formato de banda-batería ejecutando juntos las canciones se mantiene hasta la actualidad y pasó a ser una marca registrada de la comparsa.

Marí Marí 2011 “FOBO”, quedaría guardada en la memoria de propios y ajenos como un hito en la historia del carnaval, arrasando con todos los puntajes y sumando una nueva estrella para la comparsa.

Alegrías y tristezas bajo el agua

Transcurre el año 2012 y sin estar dispuestos a bajar el nivel logrado el año anterior emerge “Nun, Guardian de las Aguas”, cuyo argumento se apoyaba en el razonamiento ecológico del cuidado del agua, su importancia para la vida, la problemática del derroche y la contaminación de este recurso finito. Durante el transcurso de esta edición surgen problemas económicos muy fuertes en el Club, lo que dificulta de sobremanera el normal desarrollo de esta, pero que no impide la consecución de la estrella número 20.

Este motivo, sumado a la fuerte crisis institucional aparejada tornó imposible la idea de encarar un proyecto totalmente nuevo que apueste todo por el espectáculo como nuestra historia lo exige, el club decide, entonces, apelar a la “honestidad” que una sociedad de clubes demanda y ceder su derecho de competir en la edición 2013, ganado con merito en la pasarela.

Y como aquel hijo que recurre a su madre al tener inconvenientes, “Nelita” se hace cargo de su comparsa reinventando la idea original de Nún para convertirla en “Anuket, guardiana de las aguas” logrando presentar una comparsa que, si bien no compite, evita la multa monetaria establecida en caso de no desfilar. Más allá de esto, la pasión y compromiso demostrado por la comparsa, sus integrantes e infinidad de colaboradores hizo que Marí Marí brille en el circuito, superando la adversidad con dignidad y verdadera alegría carnavalera.

Como respuesta a la enorme demanda de ciudades de todo el País que quieren tener a la Supercampeona, nacen en esta etapa, Marí Marí Tours y Marí Marí Eventos.

Vuelve la magia rojinegra de Central

Habiendo dejado atrás los problemas económicos, los fanáticos rojinegros están listos para volver a defender sus colores en la pasarela. Por primera vez en la historia, Marí Marí pasa dos años sin competir, y eso se nota, pesa, en los galpones, en los talleres, en el patio.

Y llega el verano de 2015. Con la vuelta a casa de Adrián Butteri se presenta “Cuentan que cuentan” una temática que invita a “frotar la lámpara” para recorrer junto al genio cada uno de los cuentos que nos han hecho soñar, resaltando siempre que con el poder de la lectura y nuestra imaginación podemos realizar los viajes más fantásticos.

Y como un cuento con final feliz, con la magia vuelven los títulos. Se obtiene contundentemente “la estrella 21” arrasando en todos los ítems y volviendo a poner el listón del espectáculo muy alto, como lo hiciera unos pocos renglones arriba, allá por el 2011.

La aplanadora te enseña a reciclar…

En la misma línea de invitarnos a la reflexión constante, en el 2016 se presenta “Bazofia”, un monstruo del consumismo que nos viene a devorar, interrumpido solamente por el paso de la comparsa que nos “limpia la consciencia” y nos empuja a cambiar hábitos y conductas para hacer del mundo un lugar mejor.

Esta invitación es recepcionada de mil maravillas por el público y de igual manera por el jurado, por lo que de manera inapelable se obtiene la copa número 22.

En 2017 la temática elegida es “Versus” representando la eterna lucha entre el bien y el mal, en todos los órdenes y desde el momento de la mismísima creación. En este caso se obtuvo un segundo puesto, quedando en “el descanso” por un año.

Momentos imborrables que vivimos

El regreso en el año 2019 trajo la sorpresa de ser un verdadero culto a la comparsa más ganadora del país, representando en cada una de sus escuadras las temáticas más recordadas de nuestra historia. Así desfiló “Canta Canta”, con homenajes tan fuertes que supieron enamorar al público trascendiendo, inclusive, el propio corsódromo, ya que la noche del 21 de febrero de 2019, la comparsa retornó por una noche al antiguo circuito de Rocamora por iniciativa de gente del club y el acompañamiento de la Municipalidad de Gualeguaychú. Una jornada histórica que contó con la emoción y la adrenalina de 15.000 vecinos y turistas que se agolparon en las calles, cantando nuestras canciones y bailando al ritmo de nuestros tambores. Fue un año de pura pasión y sentimiento, de emociones a flor de piel, de revivir tiempos añorados que, por solo un punto y una polémica no fue completo, y coronado con otra copa.

Páginas en blanco

Para la edición 2021 se procedió a la recepción de carpetas para decidir quién asumiría la dirección de la comparsa, después de analizar diferentes opciones fueron elegidos Eduardo Del Valle y Emanuel Pérez quienes son por lo tanto los actuales directores encargados de la próxima edición.

Queda de esta manera un registro a modo de reseña histórica que peca de incompleto teniendo en cuenta la enorme cantidad de pequeñas historias individuales y colectivas que giraron en torno a la fuerza gravitatoria de la comparsa, pero es con estas palabras que se busca recordar y agradecer a cada una de las personas que posibilitaron la grandeza indiscutida de lo aquí contado. De la misma manera resaltamos el espacio en blanco que sigue como invitación a formar parte de la escritura de los próximos capítulos de nuestra historia, en la que sin saber qué nos depara, podemos tener la certeza que va a estar colmada de alegría y pasión.

Nacimos Campeones. Somos cuna de grandes artistas. Por eso, cumpliendo 40 años, con 34 presentaciones en el Carnaval, 22 primeros premios y 7 segundos puestos, se nos apoda “La Supercampeona”, “La Aplanadora” del Carnaval. Una historia rica en lujo, buen gusto, belleza, innovación, magia, alegría y una pasión inigualable que nos distingue.

Una tradición de competir siempre por el primer puesto y de brindar un espectáculo de alta calidad que se ha mantenido a través de su historia.




Redacción: Nelly María Bermúdez de Irigoyen (Nelita), Martín Irigoyen e Ignacio Bustelo

Agradecimientos a: Martin Ayala por el aporte de datos históricos e información. Y Carlos Benitez por la revisión y corrección del texto.

Presentaciones

Con motivo de las celebraciones por los 40 años de la comparsa iremos cargando el material de cada año por etapas. ¡Quédate atento a nuestras redes para no perderte de nada!

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